La ciudad arde.
Vacías las calles de almas que las paseen, todos los locales están cerrados. Y las persianas de las casas, pareciesen sin habitar.
Pero yo, que no soy de aquí, que calles, locales y persianas son ajenos a mí, salgo a la calle a arder también. Intento beber, pero es aceite lo que trago.
Yo no soy ignífuga. Mi agua también arde y me quema el cuerpo cuando desciende. Yo también me abraso en esta cárcel, en la inactividad de no poder hacer nada. Mi cerebro convertido en cenizas.
No hay absolutamente nada que no tiemble ante los ojos como ante un fuego.
La ciudad arde.
Voz: María Valle
Música: Lila Downs
Canción: Cielo Rojo
Música: Lila Downs
Canción: Cielo Rojo
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