martes, 15 de marzo de 2011

Preguntas


¿Cómo es posible seguir queriendo después de punzarte por dentro, después de rasgarte, de abrirte en canal y saber qué es lo peor del mundo? ¿Cómo puede ser que ya no importe, que ya no te acuerdes del horrible asesinato a sangre fría que se cometió contra el músculo que no para más que una vez en la vida, cómo? ¿Cómo aún se pueden desear unos labios de los que ha salido tanta mierda? ¿Cómo querer, importar, desear lo indeseable?, ¿cómo ser voyeur de un cuerpo desnudo que te retrata detrás de una lente vidriosa y respira hasta perder la cabeza yéndose más allá de tu espacio convertido en círculo vacío y asquerosamente invadido de un sexo podrido y muerto?

sábado, 5 de marzo de 2011

Amour Fou


De historias sobre perversos incestos...

Los reyes se enamoran de sus hijas más jóvenes.
Lo deciden un día, mientras los cortesanos
discuten sobre el rito de alguna ceremonia
que se olvidó y que debe regresar del olvido.
Los reyes se enamoran de sus hijas, las aman
con látigos de hielo, posesivos, feroces,
obscenos y terribles, agonizantes, locos.
Para que nadie pueda desposarlas, plantean
enigmas insolubles a cuantos pretendientes
aspiran a la mano de la princesas. Nunca
se vieron tantos príncipes degollados en vano.

Los reyes se aniquilan con sus hijas más jóvenes,
se rompen, se destrozan cada noche en la cama.
De día, ellas se alejan en las naves del sueño
y ellos dictan las leyes, solemnes y sombríos.

De "La caja de plata" 1985
Luis Alberto de cuenca