martes, 15 de marzo de 2011

Preguntas


¿Cómo es posible seguir queriendo después de punzarte por dentro, después de rasgarte, de abrirte en canal y saber qué es lo peor del mundo? ¿Cómo puede ser que ya no importe, que ya no te acuerdes del horrible asesinato a sangre fría que se cometió contra el músculo que no para más que una vez en la vida, cómo? ¿Cómo aún se pueden desear unos labios de los que ha salido tanta mierda? ¿Cómo querer, importar, desear lo indeseable?, ¿cómo ser voyeur de un cuerpo desnudo que te retrata detrás de una lente vidriosa y respira hasta perder la cabeza yéndose más allá de tu espacio convertido en círculo vacío y asquerosamente invadido de un sexo podrido y muerto?

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