miércoles, 9 de febrero de 2011

sábado, 5 de febrero de 2011

Reseñando al chico de mis fotos

Fotografía Juanjo Mediavilla

Cuando le conocí, yo estaba asustada por defraudar a quien había confiado en mí. Era mi primera gestión y no había contado con aquel contratiempo. Me puse furiosa, me puso furiosa.
Me conozco muy bien y sé exactamente en qué puntos se me puede tocar y en cuáles no. Él también. Así que esta vez no hubo más morros, solo ojos.
Después llegaron un montón de espíritus entre su cuerpo y el mío; llegaron preguntas, tarjetas, minutos por teléfono,...volaron las ganas.
Los saltos entre mi cama y la suya se hicieron hechos, no de un día sino de otro y de otro. De horas por la noche, de coger el coche y no pensar: de locuras.
Y entonces sucedió. Las sábanas dejaron paso a las palabras. Se abrió un abismo entre los dos. Y lo crucé.

Las cosas cambiaron.Las cosas cambiaron.Las cosas cambiaron.Las cosas cambiaron.

Comencé a tener dos vidas. La mía propia. Y la mía con él. Fluyeron paralelas, sin cruzarse. Mi vida se llenó de mentiras pequeñas que mis lágrimas delataban siempre, siempre. (Nunca he podido controlarlas). Luz y oscuridad.
Mientras yo intentaba seguir con mis planes haciendo lo que quería, nos fuimos conociendo más. Nuestras vidas se desplegaban como trípticos ante nuestros ojos. Hasta que llegó un momento en que sabías qué pasaba con solo sentirlo moverse.
Mis fotos con mayúscula descansan encima de mi cómoda. Mis otros fotos, al fondo del último cajón. Sin mezclarse.
Mi instinto primario me hace actuar por impulsos, no me deja ver. O puede que la mujer salvaje sea lo único de lo que me pueda fiar.
Lo cierto es que su mirada a través de una cámara es instintiva también. Por eso le elegí para ser el chico de mis fotos.
Un chico curioso, en ambos sentidos. Por el que, por encima de todo, siento una gran admiración por su trabajo. De ahí, que incluya sus fotos entre mis perversiones.


Gracias a fotografiajuanjomediavilla.blogspot.com